Escabrosos detalles salen a la luz tras los arrestos por el asesinato de Michael Ortiz
- Cintya Aguilar
- 24 may
- 3 Min. de lectura
El joven de 16 años desapareció el martes 30 de abril, su cuerpo fue localizado en un arroyo del condado de Houston el 2 de mayo
CROCKETT, TEXAS — El viernes 23 de mayo de 2025, oficiales del Servicio de Alguaciles de los Estados Unidos asignados al Grupo de Trabajo contra Fugitivos arrestaron a los dos últimos sospechosos adultos que se cree que están involucrados en el asesinato de Michael Ortiz.
Diego Granados, fue arrestado en el condado de Montgomery, Texas, mientras que Nicholas Espino fue arrestado en el condado de Ellis, Texas.
“Hemos estado colaborando con el grupo de trabajo desde poco después del asesinato de Ortiz para intentar llevar a estos dos últimos sospechosos ante la justicia. El Servicio de Alguaciles de los Estados Unidos es la principal agencia para la aprehensión de fugitivos y agradecemos su ayuda y los recursos que aportan al rastrear a sospechosos de delitos graves peligrosos y violentos”, escribió el Sheriff Zak Benge, quien encabeza la oficina del Sheriff del condado Houston.
Los dos sospechosos serán llevados de regreso al condado de Houston próximamente para comparecer ante el tribunal y ser juzgados por sus acciones.
Detenidos cuentan lo que ocurrió cuando sacaron de su casa a Ortiz con engaños
Emmanuel “Manny” Mata, de 20 años, y Edgar Duarte Hernández, de 18, ambos residentes de Crockett, están acusados de asesinato y de atraer, emboscar y golpear a Ortiz hasta la muerte. Dos menores también fueron arrestados en relación con el incidente.
Durante una entrevista en la oficina del alguacil, Hernández declaró que el incidente comenzó el 29 de abril cuando él, Mata y los dos menores se reunieron en un parque para idear un plan para atacar a Ortiz, según la declaración jurada del arresto. Posteriormente, el grupo se dirigió en dos vehículos a una iglesia en la cuadra 1700 de County Road 4020.
Hernández declaró a los agentes que el grupo se separó y que él y los dos menores se dirigieron a la casa de Hernández, mientras que Mata se escondió en el bosque cercano a la iglesia.
Hernández declaró que allí invitó a Ortiz a fumar con él. Ortiz aceptó y los cuatro recorrieron la zona para que Ortiz se sintiera cómodo antes de dirigirse a la iglesia, según la declaración jurada.
Tras entrar en un almacén, Hernández afirmó que Mata se abalanzó sobre él y comenzaron a golpear a Ortiz con un tubo metálico hasta que dejó de moverse. En otra entrevista con los investigadores, Mata afirmó no haber participado en la golpiza, añadiendo que solo estaba allí para controlar la situación. Tanto Mata como Hernández declararon a las autoridades que un menor no participó, sino que esperó en el vehículo.
Durante la investigación, se encontró una sustancia similar a la sangre y un tubo metálico doblado fuera del almacén, según la declaración jurada.
Hernández declaró que les dijo a los investigadores que Ortiz les pidió que pararan, diciéndoles que dejaría de robarles, pero que en lugar de eso, volvieron a golpearlo con el tubo y las manos, según la declaración jurada.
El grupo cargó el cuerpo de Ortiz en la parte trasera de una camioneta y lo condujo hasta un arroyo cercano. Mata afirmó que él y un menor descargaron a Ortiz, y Mata lo tendió en la zanja.
Durante la búsqueda de Ortiz, un comisionado del Condado de Houston encontró su cuerpo tendido en el agua cerca de la orilla de un río en la Carretera del Condado 4020.
Posteriormente, los agentes confirmaron que Ortiz había sido brutalmente golpeado, presentaba graves hematomas y le faltaba parte de una extremidad. Agregaron que las lesiones coincidían con las de la tubería metálica encontrada en la iglesia.
Tanto Hernández como Mata fueron trasladados a la Cárcel del Condado de Houston, donde se les fijó una fianza de 2 millones de dólares.
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